Comentario
La resistencia polaca tras la ocupación de 1939 no aspira sólo a expulsar al invasor, sino a hacer sobrevivir al país como tal, como comunidad; nadie ignoraba, y los polacos tampoco, que Hitler pretendía suprimir Polonia (12). De ahí el comportamiento particularmente inhumano de los invasores. De ahí, también, que la unanimidad antialemana haya sido una de las características de la resistencia de este país, y a que los alemanes no hubiesen encontrado un solo "Quisling".
Tras la derrota se forma un gobierno en el exilio de Londres, cuyo presidente es el general Sikorski -octubre de 1939- y, pronto, un ejército -80.000 hombres- formado por los evacuados y los residentes en el exterior. El SOE británico ayudará a la resistencia interior.
Esta, en las zonas directamente anexionadas por Alemania o por la URSS, y debido sobre todo al mayor control y a la expulsión de la población polaca, será muy limitada, al contrario que en el territorio del "protectorado" alemán del Gobierno General, donde trata de subsistir una administración polaca y donde se inicia la resistencia con algunos grupos espontáneos.
A fines de 1940 éstos se fusionan en el Ejército del Interior -AK-. Surgen redes de información, que advertirán sobre el ataque alemán a la URSS -pero no se les creerá-, sobre las armas V-1, y acerca de los campos de exterminio. La enseñanza universitaria, prohibida, subsistirá clandestinamente. El Gobierno de Londres prohíbe en 1939 los sabotajes no englobados en planes de conjunto. A partir de 1941 estos actos se incrementan notablemente, llegando a su punto culminante en 1944. Entre los años 1942 y 1944 se destruirán miles de locomotoras y vagones y se llevarán a cabo 6.000 atentados.
Durante mucho tiempo la Resistencia polaca será hostil a la URSS. Cuando este país es invadido por Alemania, se forma la Unión de Patriotas Polacos y su brazo armado, la Guardia Popular, en la zona oriental, y más tarde se crea un Gobierno comunista polaco en el exilio, conocido posteriormente como Gobierno de Lublin. Pero las relaciones entre éste y el establecido en Londres nunca serán buenas e incluso empeorarán (13).
Sólo en 1944, cuando los soviéticos se acercan a Polonia en persecución de los alemanes, la AK da orden de no atacar a los soviéticos, pero no acepta la incorporación de sus fuerzas al Ejército Rojo, "que nuevamente nos agrede". Paralelamente, los partisanos del Gobierno de Lublin prosiguen su actividad contra los alemanes.
En esto, se produce un hecho resistente con un matiz propio: la insurrección del ghetto de Varsovia. Las matanzas, el hambre y las deportaciones habían acabado exasperando a la comunidad hebrea de la capital, reducida a 90.000 miembros un total de casi 400.000. Desde 1942 los judíos se habían organizado y creado algún grupo de resistencia, con alguna ayuda en armas de los polacos gentiles, y trataban de defender lo que quedaba del ghetto. El levantamiento se desencadena el 19 de abril de 1944, y la lucha dura hasta el 26, aunque algunos focos persistirán hasta mediados de mayo. Los judíos sufrirán 7.000 muertos; otros tantos serán deportados y unos 5.000 morirán bajo las ruinas. El ghetto será destruido sistemáticamente. Los alemanes tuvieron unos 100 muertos.
Tres meses después, estalla una nueva insurrección en Varsovia. En las zonas liberadas por los soviéticos durante su avance se va estableciendo la autoridad del Gobierno de Lublin que, sobre la marcha, inicia profundas reformas económico-sociales. Para adelantarse a la liberación de las ciudades por los soviéticos, el AK tratará de ocuparlas. Este es el caso de Varsovia cuando el Ejército Rojo alcanza la orilla derecha del Vístula: el Gobierno de Londres opta por la insurrección, decisión política más que militar, de la cual los aliados no sabían nada. Aquélla estalla el 1 de agosto. Los insurrectos armados son 20.000 -del AK- y pronto se les unen comunistas de la Guardia Popular. Con tardanza, los británicos envían suministros a "esos irresponsables", y con mayor tardanza, los soviéticos lanzan paracaidistas sólo el 10 de septiembre. El 28 cesan los combates sin resultado apreciable para los patriotas, que han tenido un elevado número de muertos y heridos, además de las víctimas producidas entre la población civil, e ingentes destrucciones.
Por estas fechas los alemanes comienzan a retirarse de Polonia. Tras la ofensiva soviética de enero de 1945 -en la que participan soldados y partisanos polacos- Moscú disuelve la AK y reconoce a un Comité de Lublin como Gobierno Provisional de Polonia.
El Ejército polaco del Exterior, dependiente del gobierno de Londres, combatirá por su parte en Francia, Noruega, en la batalla de Inglaterra, en el norte de África, en Italia, Normandía, Holanda y Alemania; el Ejército del Gobierno de Lublin combatirá a la URSS, Checoslovaquia, Alemania y la propia Polonia. En mayo de 1945 había 600.000 soldados polacos enrolados, de los cuales 300.000 en el frente. Y habrá polacos en las resistencias francesa, holandesa, belga, danesa, noruega y soviética.